Psicólogo y formador. Creador de Psicología Espiritual y Existencial®. Máster en Cooperación, Desarrollo y Acción Comunitaria. Comprometido en construir un mundo mejor.

Mis pasiones son reflexionar, aprender, emprender, crecer y, si estás leyendo estas líneas, probablemente coincidiremos en que los dos somos personas con altos valores espirituales. Por lo menos reconocemos que la espiritualidad y el autoconocimiento nos traen grandes beneficios para la felicidad, nuestro bienestar y ver luz en tiempos de oscuridad.

Para mí, al igual que para ciertos autores, la espiritualidad es la dimensión personal que comprende nuestro interior, la relación con las demás personas y también nuestra relación con el universo.

Para que me conozcas profesionalmente, cabe destacar mi experiencia en el ámbito de la psicología humanista. Soy graduado en Psicología, Máster en Desarrollo, Cooperación y Acción Comunitaria, y sigo expandiendo mis estudios apasionadamente. Durante mi trayectoria profesional, tanto en la universidad como en el mundo laboral y personal, he tenido el gran privilegio de relacionarme con una gran diversidad de personas, culturas, creencias y diferencias.

Desde los proyectos internacionales que realicé en distintas universidades, en un centro educativo de Gambia (en un humilde pueblo de África occidental), experiencia adquirida en un taller ocupacional atendiendo personas con diferencias funcionales, hasta dinamizador de talleres para la gente mayor en el uso de la informática, he convivido y conocido a una diversidad asombrosa de gente. Muchos sabemos que cada persona es un mundo.

Hoy, por desgracia, hay poca gente dispuesta a enseñar a pescar. Mi propósito es ir más allá y facilitarte los valores necesarios para tu futuro. De manera sencilla, cómoda y efectiva. Acompañarte en el camino de la búsqueda para descubrir tu propósito y obtener la energía vital necesaria.

Como dijo un gran sabio, Viktor Frankl, todo ser humano tiene un sentido en la vida, un propósito que es el motor de nuestra voluntad y nos va a cambiar la percepción del mundo. Incluso permitiendo sentir que la más desafortunada de las situaciones es una gran bendición. Una situación maravillosa para expandir nuestras habilidades, ser felices, pero encubierta siempre de un gusto rancio, envuelta de un color negro más amargo que el café.

Expuesta por quién sabe qué para permitirnos dar lo mejor que tenemos.